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29 dic 2017

Selección de lecturas recomendadas por y para estudiantes de Bachillerato

Los profesores de Literatura hemos repetido hasta la saciedad la célebre afirmación de Daniel Pennac de que el verbo leer no admite el imperativo. Así lo argumentaba en Como una novela, su libro más conocido, y que ya comenté, con detalle, en mi blog Aguja de marear.
La publicación del libro de Pennac inició un debate -no del todo resuelto- sobre la obligatoriedad de la lectura en el ámbito escolar y su posible repercusión en la adquisición del hábito lector. Algunos abominaron de las lecturas obligatorias para favorecer, únicamente, el "dar de leer" aquellos títulos que fueran del gusto del estudiante; otros conservaron su poder de decisión y la mayoría mutaron su plan de fomento de la lectura en una estrategia híbrida que mantuviese la obligatoriedad, como aval de su ejecución, y la voluntariedad más o menos abierta de elegir aquellos títulos que alimentasen este hábito por placer.
En mi caso, como docente, siempre he sido partidario de esa estrategia híbrida, pero con una lista de lecturas voluntarias abierta, que diese un poco más de libertad de elección y facilitase la participación de mis estudiantes. La única condición que siempre he puesto es que me enseñasen el libro o me comunicasen su título para ejercer de manera eficaz como mediador de la lectura. Sin embargo, el placer de leer una lectura voluntaria no debe ser un acto completamente altruista: ha de tener un reconocimiento específico en la calificación del alumno. Para ello, tomé un modelo de ficha de lectura creado por Felipe Zayas, que rediseñé, primero en papel, para adecuarlo a las necesidades de mis clases, y más tarde en formato telemático, gracias a la herramienta Google Forms. La lista de lecturas voluntarias -algunas interactivas, también en List.ly-, así como la ficha para enviarlas y que las pueda valorar, se encuentran desde hace tiempo en la página dedicada "Lecturas recomendadas" de Aguja de marear.
Las aportaciones telemáticas de mis estudiantes de Secundaria y Bachillerato se almacenan en el mismo formulario y en una hoja de cálculo, con la que se puede interactuar con Excel. Esta herramienta no solo anima y facilita la calificación de las lecturas voluntarias, sino que dibuja un panorama global sobre los gustos de los adolescentes de una determinada edad, a partir de un muestreo significativo. La interpretación del muestreo conduce a algunas conclusiones inesperadas. La primera es que los gustos de los estudiantes de Bachillerato son más variados de lo que se esperaba, pues no solo se decantan por la literatura comercial, la del best-seller, con John Green o Jo Jo Moyes a la cabeza, cruzada con Literatura Infantil y Juvenil, entre los que siguen reinando J. K. Rowling o Blue Jeans, sino que coquetean con clásicos universales, novela histórica y de terror. La segunda es que se quiebra la hegemonía absoluta de la novela, puesto que, de forma tímida, pero no residual, registran títulos de teatro, poesía y cuento. Tal vez se deba a tres factores complementarios: la educación literaria, en connivencia con las estrategias de animación a la lectura, en el ámbito académico; el amplio catálogo de las bibliotecas, tanto del centro como municipales; y la disponibilidad de libros en casa, pues de padres lectores es más probable que se formen hijos lectores.
Los diez títulos que reseño a continuación con List.ly son una muestra breve de las preferencias de los estudiantes de Bachillerato y una invitación a la lectura para aquellos que aún no los hayan disfrutado.


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